Definición de adicción:
Para la OMS
(Organización Mundial de la Salud) es el estado psíquico y, a veces, físico
causado por la acción recíproca entre un organismo vivo y una droga, que se
caracteriza por cambios en el comportamiento y por otras reacciones que
comprenden siempre un impulso irrefrenable a tomar la droga de forma continuada
o periódica a fin de experimentar sus efectos psíquicos o para evitar el
malestar producido por su privación. Es una enfermedad primaria, crónica, con
factores genéticos, psicosociales y ambientales que influyen en su desarrollo y
manifestaciones.
La enfermedad es frecuentemente progresiva y
mortal. Esta caracterizada por episodios continuos de descontrol sobre el uso,
preocupación asociada con el uso de sustancias, uso a pesar de consecuencias
adversas, y distorsiones del pensamiento.
Droga:
una droga es toda
aquella sustancia natural o sintética cuyo efecto se ejerce básicamente, en el
Sistema Nervioso Central (SNC), y que por su perfil de acción poseen la
capacidad de crear estados de abuso o dependencia que llevan al sujeto a
experimentar su uso continuado, generando así una adicción.
Uso:
Por uso entendemos
aquella modalidad en la que se consume de vez en cuando, sin que aparezca
ningún síntoma de tolerancia. Los riesgos son menores, pero pueden existir,
incluso ser graves, ante determinadas drogas. El uso regular induce a pensar en
la sustancia como una diversión ya que el organismo no manifiesta por el
momento ningún efecto molesto relevante. Pareciera que es inofensiva. En el
cerebro, las alteraciones en el centro de la estimulación se han iniciado de
modo tal que es imposible prever el instante en que se dará el paso decisivo
hacia la adicción.
Abuso:
Es el uso susceptible de comprometer física, psíquica y/o socialmente a la
persona. Esta forma de consumo no se refiere únicamente a la cantidad consumida
de una sola vez, ni a la repetición de un consumo moderado y controlado de
ciertas sustancias. Se trata de un concepto ambiguo, porque se relaciona
estrechamente con las costumbres propias de cada cultura. Lo que una sociedad
considera normativo puede parecer abusivo para otra, o para la misma en un
momento diferente.
Tolerancia:
La tolerancia es una característica que forman parte del conjunto de efectos
asociados con el consumo de drogas. Consiste en la necesidad de incrementar
sucesivamente la cantidad de droga administrada para obtener el mismo efecto.
La
tolerancia se desarrolla después del uso frecuente de las drogas, aunque su
intensidad y efecto varía dependiendo del tipo de químico.
Síndrome de abstinencia:
Es el conjunto de manifestaciones
orgánicas y conductuales que se presentan cuando un individuo que ha estado
consumiendo una droga, interrumpe su uso. Las neuronas tienen la capacidad de
adaptarse a condiciones nuevas, en este caso, la presencia en el cerebro de una
sustancia extraña que la estimula en
forma sostenida. Es decir, las neuronas
se han acostumbrado a recibir la droga, y al ya no obtenerla, su función
se ve alterada, provocando, por una parte, una necesidad imperiosa de recibirla
de nuevo, y por otra, en caso de no conseguirla, una serie de trastornos tanto
físicos como emocionales.
Fondo de sufrimiento:
Estado de deterioro
físico, mental, moral y espiritual en el que muchas veces la persona decide
buscar ayuda a su problema de adicción.
Proceso adictivo:
Un adicto
desarrolla una serie predecible de síntomas basados en el uso adictivo, dichos
síntomas progresan a través de tres etapas.
En el nivel
primario es muy difícil distinguir el uso adictivo del uso no adictivo porque
existen algunos síntomas externos. El cuerpo, sin embargo, comienza a efectuar
cambios y va adaptándose a la ingestión regular de la droga.
El síntoma
mayor del nivel primario de la adicción es el incremento de la tolerancia. Esto
significa que las personas que se están convirtiendo en adictas pueden utilizar
más y mayores cantidades sin estar intoxicados y sin sufrir consecuencias muy
dolorosas.
El segundo
nivel de la adicción está marcado por una pérdida progresiva del control, como
la persona ya no posee la habilidad de usar las mismas cantidades sin
intoxicarse o crear problemas. El no usar sustancia comienza a crear
sufrimiento, y la droga es consumida para relajar el dolor creado por no usar
el químico.
Causas, y
Factores de Riesgo
En las últimas
décadas se ha podido concluir que la adicción tiene un origen multifactorial e
involucra una interacción compleja entre precursores genéticos, fisiológicos y
ambientales.
Familiares:
Son los factores de riesgo más frecuentes en especial en el alcoholismo. Por lo
general hay permisividad en el seno familiar, problemas de comunicación (falta
o comunicación disfuncional ejemplo: maltratos, insultos, dominancia), pobres
estilos disciplinarios, rechazo parental, abuso físico y sexual (particularmente
en mujeres); hogares desintegrados (divorcio, separaciones), así como la falta
de adecuada supervisión familiar.
Sociales:
Nuestra sociedad es permisiva con el alcohol y en tal sentido desde que nacemos
hasta nuestra muerte los eventos sociales están entremezclados con el alcohol,
la disponibilidad de las bebidas etílicas juega un rol importante para el
inicio de las adicciones.
Aspecto
adicional a considerar es el vínculo con amistades malsanas con tendencias
antisociales donde la presión de grupo ya sea en contextos sociales, laborales
o académicos son muchas veces la que precipita el desarrollo de consumos excesivos
y finalmente la dependencia.
Psicológicas/psiquiátricas:
Trastornos Perturbadores de Conducta
Hiperactividad con Déficit de Atención
Trastornos de Personalidad
Depresión
Ansiedad
Biológicos
Ante el consumo de sustancias se producen alteraciones neuronales que son
responsables de la llamada "neuroadaptación", que corresponde a la tolerancia
celular o farmacodinamia -condición que se refiere a cambios neuroquímicos
complejos en la membrana celular con una subsecuente alteración en el fluido
iónico por lo cual el cerebro requiere de la sustancia adictiva para funcionar
apropiadamente.
Hereditarias:
La participación genética en el desarrollo del alcoholismo y drogadicción es un
hallazgo que no tiene duda, demostrado a través de los estudios en animales,
gemelos y de adopción que han confirmado tales asociaciones. Los estudios más
actualizados sobre la tasa de herencia general para el alcoholismo fluctúan
entre el 60% y 90%. (Schukit, M., 1991). Parientes cercanos de alcohólicos
primarios tienen aproximadamente 3 a 4 veces más el riesgo de desarrollar el
trastorno.
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